VIAJE a CALIFORNIA - NEVADA
"FarWest mesacho corto 2006"
(by edmenahi)
Jueves 4-5-06:
Disneyland y California Adventure Por fín llegan
los días de visitar los parques Disney. Y no es que me alegre por la visita en
sí de estos parques, sino porque significaba no tener que madrugar en unos días;
no tener que coger el coche para ir hasta el parque y encima tener el hotel
justo al lado para poder volver cualquiera de nosotros sin tener que esperar al
cierre del parque o al resto del grupo. Así que nos levantamos tranquilamente y
nos bajamos a desayunar. Algunos se marchan a una cafetería próxima para
desayunar un poco más fuerte de lo que se hace en el hotel.
Mientras el resto hacemos el “breefing” entre bandejas y vasos varios
Una vez que estamos todos juntos, nos vamos dando un pequeño paseo hasta el otro
lado de la calle, justo donde comienza el “territorio Disney”. Esperando en el
semáforo vimos uno de los autobuses que trasladan la gente desde el parking
hasta la entrada del parque.
Se nota que estas fechas no son de temporada alta, porque tan solo hay que echar
un vistazo al aparcamiento de autobuses para darse cuenta de que hay demasiados
espacios vacíos o bien que el aparcamiento es demasiado grande Eso sí,
todas las farolas tanto dentro como fuera del parque están adornadas con
referencias al 50 Aniversario.
Dado que este paseo lleva directo a la entrada de los dos parques; California
Adventure queda a la izquierda y Disneyland a la derecha, el control de mochilas
y bolsas se hace al final de éste. Como en todos los parques es cuestión de
mirar un poco qué “agente” es menos celoso en su cometido. Es primera hora y aún
los parques no han abierto, con lo que hay poca gente. Pero este mismo control
con cola puede suponer una buena pérdida de tiempo, por eso no se pierde nada en
observar a los controladores y ponerse en la cola que se vea que va más rápido.
Estas son las entradas de los dos parques, aún sin abrir las puertas.
No sé los demás, pero siempre que compro las entradas de los parques en sitios
“no oficiales” me queda la duda de si funcionarán o no. El caso es que hasta
ahora nunca han fallado y espero que siga así. Sobre todo teniendo en cuenta que
el próximo desembolso será para la webón’s family al completo.
Bueno, como hacemos en todos los parques a los que llegamos, la foto de grupo
que no falte.
Tendríais que haber visto la cara de Fly cuando vio la primera farola de éstas
en Main Street. Os puedo asegurar que de noche eran realmente espectaculares con
la estela de la mosca volando
No sé cómo decirlo, pero quizá este fue el primer mito del viaje que se rompió.
Mira que ya estaba advertido al respecto. Pero hasta que no lo ves con tus
propios ojos no te lo crees. El castillo de este parque es realmente pequeño.
Comparado con el de DLP es muy muy pequeño. El caso es que éste es el “original”
y el que todos hemos visto cientos de veces en las películas. Pero hay que estar
justo al lado para darse cuenta que es poco más que una chabola con banderitas
Eso sí, me pueden llegar a doler los dedos de escribirlo. No he visto otros
parques tan sumamente cuidados como lo están los parques Disney. Y quien diría
que éste tiene 50 años. Parece que lo han abierto hoy. El dineral que se gastan
en jardinería debe ser bestial. Aquí los equipos de mantenimiento lo son con
letras mayúsculas. No hay más que echar un vistazo.
Al igual que ocurre en los clones de este parque, la primera zona a visitar es
FantasyLand, porque sino, cuando llegan las oleadas de niños puede convertirse
en algo insufrible. Así que entramos en las atracciones de recorrido que podemos
de esta zona. Estas atracciones de recorrido, vista una vistas todas. Pero no
por ello deja de ser bonito recordar que alguna vez fuimos pequeños (si es que
no hemos dejado de serlo) y reíamos, sufríamos y nos emocionábamos con los voy/vengos
de Blancanieves, Peter Pan o Pinocho, por poner un ejemplo. Después, mientras
que la mayoría se subía en Dumbo, yo con mi habitual huida de las atracciones
que dan vueltas me subí en la taza (que no en “las tazas”) a esperarles.
Aproveché el rato que estuve allí para hacerle unas fotos a uno de estos
collages de los que el parque está repleto. Una fuente más de ingresos para el
parque.
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Continuando hacia Tomorrowland nos paramos en lo que debe ser el hermano mayor
de Expedition Everest, Matterhorn Bobsleds. Esto que veis es toda la cola que
había para subir.
Según el plano del parque es una kiddie en la que con tan solo 89 centímetros de
estatura se puede subir. Pero el recorrido se me hace un poco duro para un niñ@
de tan poca estatura. Por cierto, vimos al Yeti
Al salir de FantasyLand vemos el anuncio-valla de lo que en el 2007 será la
nueva atracción de este parque, Buscando a Nemo. Ya tengo una razón (o excusa,
como se quiera decir) para volver.
Sin perder más tiempo nos metemos en Space Mountain. Ignoro si la que tenemos
“al lado de casa” será igual que esta nueva versión. Pero de serlo, me reitero
en lo dicho en la última frase del párrafo anterior. Resumiendo el recorrido.
Velocidad, banda sonora sincronizada con el movimiento de la coaster y unos
efectos de luz muy trabajados. Lo estaréis pensando algunos, así que ya lo digo
yo: Disney es Disney.
En los dos días que nos quedaban para volver, se convirtieron en imprescindibles
tanto Space Mountain como Tower of Terror… entre otras.
La siguiente parada, Buzz Lightyear o como yo le llamo desde entonces “Nimue
Lightyear”
Dado que el sistema de carros en esta atracción es continuo y no se para en
ningún momento, salvo que haya algún discapacitado que tenga que subir o bajar,
aunque haya algo de cola no se hace pesada. De todos modos, aún no había llegado
el mogollón de gente que hubo más tarde. No recuerdo bien qué daba más puntos,
pero creo que era triángulos, rombos y círculos por este orden (de más a menos).
Y sino, que Nimue me ayude, que como le mojé la oreja bien mojada se acordará
Después de dar una vueltecita por la zona, nos vamos hacia Adventureland para
probar la que para mí es la mejor Dark Ride que he visto hasta el momento:
Indiana Jones “Temple of the forbbiden eye”.
Al igual que ocurre con Dueling Dragons de I.O.A. (“EL parque” ), de la
que se dice que su cola fue creada por imagineros Disney o es más, que DD iba
para un parque Disney, pero se “acojonaron” porque no era una atracción
familiar; la cola de IJ es ya una atracción en sí misma. Detalles cuidados al
máximo e incluso con algún decorado “interactivo”
Cuando vimos que el webero era quien nos iba a llevar por los entresijos de la
atracción nos pusimos a rezar lo que sabíamos. Pero de poco nos sirvió. Más que
nada porque el volante es de pega, pero al muchacho le hacía ilusión
Al igual que ocurre con Haunted Mansion o Piratas del Caribe, esta atracción
debe ocupar una nave inmensa, pero desde ningún punto del interior o exterior
del parque a la vista de los visitantes es visible lo que, si cabe, le da mayor
prestigio a esta atracción. Tan solo me falta aprender inglés para disfrutarla
al cien por cien, por los comentarios de Indy. Aunque no es necesario al
completo, pues el “ruido del motor” del todo terreno, los efectos de sonido de
serpientes y arañas; el fuego; las luces (y la oscuridad absoluta); las subidas,
bajadas y giros bruscos del vehículo. En fín, una auténtica maravilla para
repetir y repetir y repetir. Al salir de la atracción nos dimos cuenta de que
hay una forma de entrar sin tener que hacer la cola exterior, pero claro, esto
no es apto para gente que lleve puesta una camiseta de PKTK. De todas formas,
salvo en una ocasión, no tuvimos que hacer la cola exterior, por lo que tampoco
vimos a nadie hacerlo ni lo hicimos.
En esta misma zona del parque están también las que para mí son las dos
atracciones más pésimas de Disney, Jungle Cruise y Enchanted Tiki Room. Bueno,
al menos en la primera te dan una vueltecita en barca y es más o menos
“entretenido”. Pero lo de Tiki Room es para echarse a llorar. O como hago yo,
para echarse a dormir. Al menos la versión de Orlando es la 2.0 en la que sale
el lorito ese de Aladdin. Pero la de aquí es la versión original, vamos la de
hace 50 años. Y ver a los puñeteros pajaritos cantando la anestésica canción
“tiki tiki tiki tiki tiki room…” y los posteriores coros de gladiolos y demás
flora silvestre es para lo que he dicho, para dormir un ratito. Claro, eso si
pillas asiento “de pared” donde poder recostarte . Bueno, como atracción es
de las de hacer la cruz y no volver, pero si te detienes a pensar el tiempo que
tiene y que T-O-D-O funciona a la perfección, pues eso “chapeau”. Aunque estoy
seguro que si Dios quiere y vuelvo otra vez a California, volveré a entrar sin
importarme lo más mínimo.
Ya va siendo hora de aprovechar el hopper y nos vamos a California Adventure.
Abusando del CM que está a la entrada del parque haciendo fotos a los que las
quieran pagar, le dejamos la cámara para que nos haga la “obligatoria” de grupo.
Se nota que la misma no le contaba para su cupo diario (que no sé si tienen),
así que nos saca una cortándonos los pies y otra en la que no se ve el puente
entero. Pero bueno, al menos la hizo y, por supuesto, con la típica sonrisa CM
Disney en todo momento. Gracias CM desconocido por ser tan amable y simpático o
por hacer tu trabajo así de bien
Entramos y nos vamos directos hacia Soarin’ over California. Ya le tenía ganas a
esta atracción después de leer la review de Lys.
No había nada de cola para entrar, así que para adentro. El recorrido de la cola
interior está decorado con fotografías de aviones de todas las épocas. A mí me
llamó mucho la atención la de un aparato de Howard Huges. Es el célebre avión de
madera que construyó con ocho motores y que en su tiempo fue el más grande del
mundo… aunque nunca voló mucho más alto de lo que se ve en la foto. Pesaba
demasiado. Quienes hayáis visto la película sobre este maniático recordaréis que
se le hizo un complot para no suministrarle aluminio, lo que habría aligerado el
aparato. Pero en lugar de enterrar el proyecto, lo concluyó a golpe de dólares,
millones de dólares.
Bueno, que se me va la pinza. Tras pasar esta cola interior, un CM nos separa en
otras dos colas, que son las que tras ver un video con mucho bla, bla, bla dan
acceso al “cine”. Recomendable cien por cien ponerse en primera fila, porque de
este modo no ves los pies de los de las filas de más adelante. Digamos que los
asientos simulan ser un ala delta. Antes de comenzar la película, tras comprobar
que todos estamos bien atados, se elevan las filas de asientos quedando la
primera en la parte más alta del cine con pantalla al estilo “i-max”. Con la
descripción de Lys de Soarin me hacía a la idea de que eran unas imágenes
enlazadas y poco más. Qué distinto de la realidad. Nada más empezar, el Golden
Gate de San Francisco en el que habíamos estado un par de días antes. Qué
emoción verlo desde arriba… y sentirlo. Unos potentes ventiladores te hacen
sentir el viento en la cara. Lo más sorprendente continúa con la película en sí,
pues percibes olores distintos según estés viendo imágenes del mar o de una
huerta de naranjos. Otra “imprescindible” más que anotar en la agenda. Por
supuesto, la banda sonora de la película es para descubrirse una vez más.
Marcopolo se compró los cd’s con las músicas de las atracciones y desfiles del
parque y en nuestro viaje a Las Vegas nos acompañó a base de bien. “Oir” Soarin
no es lo mismo, pero los recuerdos de esta pedazo atracción me ponían la carne
de gallina. Una vez más, alabando lo que hace Disney en sus parques, no solo los
personajes son “los de verdad” como decía Cyborg cuando era pequeña, sino que la
avioneta que hay a la salida de Soarin o el tren que hay en Sunshine Plaza son
reales. La pasta que habrá costado traer eso aquí. Aunque seguramente ya estará
más que amortizado.
Por cierto, cómo me gustaría poder pagarme una habitación en este hotel y
despertarme por las mañanas con las vistas del parque. Venga, algún friki que
haga el cálculo de cuánto me costaría estar cinco días en la suite de arriba del
todo
Algunos atrevidos se subieron en Grizzly River Run. Los rápidos de CA. Me quedé
fuera observando un geiser que se supone debe salpicar a los donuts. Pero creo
que más bien está creado para decoración, pues de todas las veces que vi
estallar el geiser tan solo una cayó cerca de uno de ellos. Por los comentarios
de los intrépidos aventureros deduzco que no son de los mejores. Ya se sabe, si
es Disney, es para toda la familia.
Después, como si de unos niños se tratase nos metimos en Redwood Creek. Una zona
de juegos bastante divertida y apta para todo tipo de personas. Si alguien es
discapacitado puede hacer el recorrido por una vía alternativa y continuar con
el resto una vez superada la “dificultad”. Éstas son pequeños pasadizos o cuevas
que llegan hasta una zona parecida a una pista americana en la que los más
pequeños se lo pasan pipa, deslizándose por las tirolinas o bajando por las
cuerdas dispuestas a modo de puente. Cuántas veces he pensado lo poco caro que
debe ser construir una zona de esas en Terra Mítica (en Warner ya han puesto
algo “parecido” con la zona de juegos de ACME) y así tener entretenidos a los
niños. Pero bueno, aquí nos queda mucho por aprender de los parques grandes, de
los que parece que solo han aprendido a cobrar las entradas caras. Además de
esto, me llamó mucho la atención un trozo de árbol milenario en el que se habían
añadido fechas históricas según los aros del mismo. La de cosas de las que ese
árbol fue “testigo”.
Este monumental oso se ve desde casi todo el parque. Lo curioso es que alguien
del grupo mantenía que se trataba de un lobo.
Salimos a la zona de Paradise Pier, donde lo primero que haces al verla es
quedarte con la boca abierta. Qué cosa más bonita de zona. La coaster; la noria;
las sillas voladoras tematizadas en esa naranja a medio pelar… si de día ya es
espectacular, de noche con la iluminación es de esas cosas que te hacen sentir
bien, como que después de esto ya no hace falta ver más en esta vida. Claro, que
días después pensé lo mismo ante los inmensos acantilados del Gran Cañón del
Colorado.
Y llegamos a California Screamin’ una launch coaster en la que dimos bastantes
vueltas. La primera vez que llegamos tenía una cola de 10 minutos que resultó
ser llegar y subir. Quizá tardamos un poco más por aquello de hacer primera
fila, pero ya digo que apenas había gente en el parque. Así que los que tengáis
pensado ir alguna vez, tened en cuenta las fechas. Porque conozco también “la
cara B” de Disney y las colas son pesadísimas.
Un detalle a tener en cuenta. Existe, además de la entrada para el Fast-Pass,
una cola para “single riders”. Aconsejable utilizarla si hay mucha cola en la
entrada normal. Porque aunque vean que vas en grupo (camisetas iguales en
nuestro caso) te dejan entrar y te van colocando en las plazas que van quedando
libres en los carros. Ojo que no es como en Test Track que van dándote paso de
vez en cuando. Aquí sólo te ubican en una fila para montar si realmente está
libre ese hueco. De todos modos, tardamos menos que los que hicieron cola
normal.
La noria de este parque es bastante peculiar. Lo malo que tiene que nunca das
varias vueltas completas sin parar. Es más, creo que sólo das una vuelta.
Algunos de los carros son fijos y van por el exterior de la circunferencia, como
en una noria normal. Pero otros van fijados a unos raíles con lo que con el
movimiento de la noria, éstos van moviéndose por el interior a la vez que se
balancean. Como es habitual en mí, me quedé en tierra (ya sabéis mi previsión
antimareo ante todo lo que se mueve a través de un eje) viendo a los demás.
Curioso lo de las mujeres americanas, con los botones del sintonizador de
emisoras y el volumen incorporados
La launch tower del parque nos resultó curiosa a todos por esa burbuja de
plástico colocada delante del arnés y por la base acolchada tapizada situada
donde en las demás que conocemos se lee lo de S&S. Otro detalle, por cierto. No
es norma de Disney que se vean en sus atracciones las marcas de los fabricantes.
Al menos es algo que siempre he intentado encontrar y nunca he visto.
Tras buitrearle a Modegod algunos de sus nachos con queso, nos vamos hacia
Hollywood Pictures, para entrar en el Hyperion y ver Aladdin, un musical al
estilo Disney de los de quitarse el sombrero, Tan solo ver la cola que había
para entrar nos daba idea de que lo que allí representaban no iba a ser un show
de los que hacen en los Six Flags. Después de pegarnos una buena carrera (más
bien apretar el paso) mientras subíamos escaleras con la intención de pillar un
buen sitio, entramos al recinto del teatro que resultó ser gigantesco. Así que
después de haber subido tanto, nos ponemos a bajar escaleras para ponernos justo
en la fila que da al patio de butacas, con el escenario al frente sin nada que
nos impida la visión.
De Aladdín qué decir, bueno una cosa, como diría Acuis “espectacular”
Sin llegar a ser tan lacrimógena como Bella y Bestia, al menos sí que puedo
decir que me emocioné en algunas escenas del musical. Venga, anotad en la
agenda: “im-prescindible”.
Como imprescindible es ir a Tower of Terror. Y allí fuimos nada más salir. Ya le
teníamos ganas después de estar dos días viéndola desde el hotel. Qué suerte que
el año que viene tendremos un clon de esta atracción a dos horas de avión. El
programa de los “ascensores” es aleatorio, así que ninguna de las veces que
subimos repetimos el modo de caída/subida. Además varía con respecto a la de Disney’s Hollywood Studios
(Orlando) y cuando estás arriba del todo no va hacia delante, así que la caída
te pilla más aún por sorpresa. Sencillamente genial. Ninguna caída vertical
produce las sensaciones de Tower of Terror. No son los metros de caída/subida.
Es el cómo. Pero vamos, creo que nuestras caras lo dicen todo
Con unas caras de satisfacción y con las ganas de volver a repetir lo antes
posible, continuamos en la zona yendo a Monsters. Bueno, el nombre de la
atracción es Mike and Sully to the Rescue, aunque es como lo de “Warner Bros
Park Movie World Madrid”… que todo el mundo le dice “la Warner” Esta dark
ride viene a ser lo que Pinocho es en Disneyland, un recorrido por escenas de la
película con los animatronics de los personajes de la película. Para no
perdérselo si vas con niños.
Volvemos de nuevo hacia la zona donde está Soarin, pero esta vez para sentarnos
a comer, que ya iba siendo hora. Desde luego que en Disney, como en cualquier
parque, puedes comer bien o puedes comer deprisa y aprovechar el tiempo. Aún
teniendo dos días más por delante, nos decantamos por lo segundo para ir de
nuevo a Paradise Pier para hacernos la coaster que nos falta Mulholland Madness,
una mouse más bien tirando a normalita, pero nada, otra que cuenta para el
curriculum
El resto de flats que hay en la zona son de las que dan vueltas, así que me
quedo junto con alguno más del grupo esperando a que vuelvan los demás para ir a
la zona del parque que aún no hemos visto “a bug’s land” (bichos).
Nada más entrar en la zona, vemos que la atracción principal está cerrada por
mantenimiento, así que damos una vuelta más o menos rápida por la zona viendo
alguna que otra cosa y subiendo en una kiddie muy muy kiddie. “Heimlich’s chew
chew train”, donde se supone que nos hemos convertido en unos diminutos
insectos. Asombroso fue pasar por debajo de un trozo de sandia, donde olía a
eso, pero las risas nos las pasamos cuando de repente se oye un eructo de esos
de arrancarse la campanilla. No, no fue ninguno de nosotros, aunque se de uno
que intentó imitar al bicho cochino ese.
Después de estas cosas de niños, coincidimos todos en que debemos volver a Tower
of Terror de nuevo antes de regresar a Disneyland. La foto lo dice todo.
Una vez en Disneyland nos fuimos hacia Adventureland, donde subimos en Jungle
Cruise aprovechando que hay poca cola. Como dije más arriba no es nada del otro
mundo, pero para dar un paseito en barca sentado “cómodamente” ya está bien.
Continuando hacia New Orleans Square, En esta zona es donde se hace Fantasmic.
Ni punto de comparación con el recinto de Disney’s Hollywood Studios, pero eso ya lo contaré más tarde.
Haunted Mansion es nuestra siguiente parada.
Me repetiré como el pepino, pero la verdad es que es admirable cómo se mantienen
las atracciones en Disney. Nada que ver con los “animatronics” de El “desastre”
de Ulises de TM. Aquí todo funciona a la perfección.
Claro, cuando está abierto. Es la pega que tienen los parques Disney al no
cerrar nunca. Siempre que vayas a cualquiera de ellos, alguna atracción te
encontrarás fuera de servicio. Lo que pasa que preferiría encontrarme cerrado
Winnie the pooh y no Piratas del Caribe, como fue el caso. Al parecer están
reformando la atracción para añadir a Jack Sparrow tal cual le conocemos de la
película. Recurriendo a la tan manida excusa… ya tengo una razón para volver
Siguiendo hacia Critter Country vamos a Splash Mountain. Modegod “el hombre
esponja” o el que se lleva las chopadas en todas las atracciones duda de
nuestras palabras cuando le decimos que no moja. Claro, que no contábamos con
eso, que es el que lo absorbe todo, así que sólo hay que echarle un vistazo a
las fotos
Unos:
Y los otros:
Vamos, que sobran las palabras. Venga, diré dos: Se mojó
Para los que no conozcan Splash Mountain, decir que esto debería ser el molde
para el resto de splash construidos en otros parques. Bueno, Dudley de IOA está
en la misma línea. No es sólo el paseito en barca y la caída. Es lo que hay
dentro. Sus animatronics… pues eso, que cuando bajas no sabes si deseas repetir
por la caída o por volver a ver el recorrido. Aún recuerdo cuando el año pasado
mi hija subió por primera vez en la de Orlando. Su cara lo decía todo. Unos ojos
como platos y sin saber dónde mirar.
Llega la hora de situarnos estratégicamente al final de Main Street para ver el
desfile Parade of Dreams. Un rato antes de empezar salen estos individuos,
anunciado la familia de honor del día. Pánico me da pensar lo que costará serlo.
Eso sí, no apto para introvertidos. Miles de ojos te miran irremediablemente.
Este otro no era introvertido, en absoluto. Cuando le vimos aparecer pensábamos
que era parte del desfile, pero no. Era sólo el que recogía la basura. Aunque el
muchacho se ganó su parte de protagonismo. Todo el mundo se coloca mucho tiempo
antes de comenzar los desfiles en los mejores sitios (los bordillos, vamos), así
que cualquier cosa entretiene.
Cop tenía preparada la cámara para grabar la parada, pero entre la gente que
movía el cordón de seguridad y los caraduras que pretenden llegar (algunos lo
consiguen) y besar el santo poniéndose delante del todo, tuvo que dejar de
hacerlo. Total, seguro que quedó de “merderol del ocho”. Yo grabé con mi cámara
lo que pude. Pero sin trípode llega un momento que te duelen hasta las uñas.
La primera carroza:
Y la última:
Finalizado el desfile, el grupo A se marchó hacia Mickey’s Toontown, para mí la
zona más graciosa del parque.
Después éstos se fueron al Downtown. Mientras, los del equipo M nos marchamos al
hotel para coger el coche y visitar un centro comercial próximo, donde llegamos
casi con todo cerrado. Hicimos unas pequeñas compras y después regresamos al
hotel para ducharnos y prepararnos la cena. Un buen día, sobre todo teniendo en
cuenta que nos quedaban dos días más para repetir y visitar tranquilamente lo
que nos faltaba. |